Traje sastre negro, a la moda, bolsa grande que servía de portafolio; donde guardaba los papeles del juzgado. La perseguía una estela de piropos mientras caminaba en las calles del centro de la ciudad. Ella no los oía, como quien oye algo tan frecuente que las palabras pierden sentido. Alto.
- Joven hola le pido una coca.
La mirada descarada del “marchante” de jugos no la inmuta.
-Ah y también un jugo de mango.
-Oooosss eso ya sería canibalismo. Si mango no come mango.
El marchante le había arrancado una sonrisa.
-Gracias.
- Joven hola le pido una coca.
La mirada descarada del “marchante” de jugos no la inmuta.
-Ah y también un jugo de mango.
-Oooosss eso ya sería canibalismo. Si mango no come mango.
El marchante le había arrancado una sonrisa.
-Gracias.
4 comentarios:
Jajajaja este sí está muy cagado.
ooooooooossssssssss ya me quiere insultar... Si un día tiene ganas de insultarme, yo trabajo en el archivero... ¿Usted trabaja aqui, o litiga? No, litigo. Ah bueno, entonces ya sabe, lo q se le ofrezca gûerita (y el pelo más negro q el asabache, tez, no morena pero no blanca). en fin, si el jugo de mango hubiera sido ingerido por el mango, ciertamente hubiera sido CANIBALISMO...
jajaja wow, con el piropo!!! esta buenerrimo!!
ESCRÍBELE MÁS HUEVONA!!!
besos
Uórale, qué chido piropo, a mi nomás me han gritado arroooooz, y eran unas cieguitas, :(
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